La época de mayor esplendor económico de Valencia (del siglo XV hasta principios del XVIII) coincide con la época de mayor lujuria, perversión y pecado.
Durante la Edad Media existió en Valencia un gran burdel desde 1325 a 1671, hubo un barrio rojo de casas destinadas a prostitutas. A este barrio podían acceder los hombres mayores de edad, que no fueran ni sarracenos ni judíos. Este barrio estaba situado extramuros de la ciudad pero con la ampliación quedaron dentro.
Las prostitutas eran consideradas un mal necesario. En Valencia estaban mejor quizá porque había un riguroso control médico y de orden público. A finales del siglo XIV parte del erario público iba destinado a las mujeres arrepentidas para integrarlas en la sociedad a través del matrimonio. Pero la verdad es que fueron pocas las arrepentidas.
Las prostitutas valencianas cobraron fama nacional. En el siglo XVI eran las que más cobraban llegando a vestir mejor que las damas de la alta sociedad. Las prostitutas eran encerradas en las fiestas de Semana Santa. Las reunían en el burdel y eran conducidas al Convento de Arrepentidas de San Gregorio, donde se las entretenía con charlas religiosas y oraciones.
Carlos II “el Hechizado” llamado asi por su aspecto enfermizo y mente frágil, puso fin al Burdel, del que Casanova comentaría: “Nunca he visto ni he vivido en una ciudad tan lasciva y hedonista como la de la Valencia de los Borgia”. Y eso lo decía un mujeriego empedernido que venía de Venecia (una ciudad con otro gran burdel).
¿Quiénes fueron los Borgia?
Fueron una poderosa familia, de origen valenciano, que en el Siglo XVI, llegaron a ser Papas en Roma: Calixto III, Alejandro VI, Inocencio X.
Los Borgia son Papas de una época, en la que era visto normal que tuvieran relaciones amorosas, adulterios, hijos ilegítimos, orgias … No eran precisamente ángeles. Llevaban una vida inmoral y eran muy de enchufar en buenos cargos a familia y amigos, (lo que se conoce como nepotismo). Sus muchos enemigos les han atribuido más cosas de las que realmente hicieron. Pero es justo reconocer que también fueron grandes mecenas de artistas renacentistas tan importantes como Miguel Angel o Leonardo da Vinci.
LAS IRREBERENTES ESCULTURAS DE LA LONJA
Son el fiel reflejo de una Valencia hedonista, llena de burdeles, en la que el placer era el fin supremo de la vida.
La Lonja de la Seda es un bello edificio gótico del siglo XVI, situado frente al Mercado Central y a la iglesia de los Santos Juanes. Es el reflejo del esplendor económico que vive la ciudad en esa época, pero también es un libro en piedra sobre la situación social envuelta en lujuria y pecado. El edificio tiene 28 gárgolas por las que se vierte el agua del tejado, pero que no sólo cumplen esa misión, son también mensajes con sus formas extrañas, satíricas, eróticas que hablan sobre la oscuridad del pecado y la brujería. Se recrean los pecados capitales y el infierno. En época medieval la inmensa mayoría no sabían leer, pero si eran capaces de interpretar las imágenes que veían. Las figuras más inocentes del edificio son un par de angelitos sujetando el escudo de la ciudad. La lonja se construyó para reunir a los comerciantes que necesitaban un espacio donde cerrar negocios (antes lo hacían en el pórtico de las iglesias). La torre del edificio servía como calabozo para ladrones o comerciantes poco honrados.